
A la señora no le importó y dijo que lo educaría nuevamente.
Llega a su casa, destapa la jaula y el loro comienza a parlotear:
-Nueva
casa, nueva madame.
La
señora suelta una carcajada y espera ansiosa a que sus hijas lleguen
de la escuela.
Apenas llegan las chicas, el loro al verlas dice:
Apenas llegan las chicas, el loro al verlas dice:
-Nueva
casa, nueva madame, nuevas prostitutas.
Las
hijas no pueden contener la risa y esperan a que su padre llegue para
que vea al loro.
Llega el papá a la hora de la comida y el loro dice:
Llega el papá a la hora de la comida y el loro dice:
-Nueva
casa, nueva madame, nuevas prostitutas, pero los mismos clientes...
Hola Evaristo!