En el principio, luego de crear el Cielo, las estrellas, la Tierra y los mares, Dios
creó al burro y le dijo:
-Serás burro. Trabajarás incansablemente de sol a sol. Cargarás
bolsas en el lomo, comerás pasto, no tendrás inteligencia y vivirás
30 años.
El
burro respondió:
-Seré burro, pero vivir 30 años es
demasiado... por favor dame apenas 10 años.
Dios
creó al perro y le dijo:
-Serás perro. Cuidarás la casa de los hombres y serás su mejor amigo.
Comerás los huesos que te den, y vivirás 20 años.
El
perro respondió:
-Señor, seré perro pero vivir 20 años es demasiado... por favor dame
solamente 10 años.
Dios
creó al mono y le dijo:
-Serás mono. Saltarás de árbol en árbol haciendo payasadas
simpáticas, serás divertido y vivirás 20 años.
El
mono respondió:
-Señor, seré mono pero vivir 20 años es demasiado... por favor dame
solamente 10 años.
Finalmente
Dios creó al hombre y le dijo:
-Serás hombre, el único ser racional sobre la faz de la tierra. Usarás la inteligencia para sobreponerte a los demás animales de la
naturaleza y por tal motivo dominarás al mundo entero. Vivirás 30 años.
El
hombre respondió:
-Seré hombre, pero vivir 30 años es muy poco. Por favor, dame los 20 años que el burro desechó, los 10 años que el perro no
quiso y también los 10 años que el mono rechazó.
Y así lo hizo Dios:
El hombre vive 30 años como hombre; se casa y pasa a
vivir 20 años como burro, trabajando y cargando todo el peso en el
hombro; después se jubila y vive 10 años como perro, cuidando de la
casa, para luego vivir los 10 años del mono, saltando de casa de un
hijo a otro y haciendo payasadas para divertir a los nietos.