Mejores cuentos de zesnita: Clavos.

Al señor Heredia, dueño de la fábrica de clavos que lleva su nombre, se le ocurrió hacer una gran campaña de publicidad gráfica, y se dirigió a una de las más prestigiosas empresas publicitarias del medio. Una vez allí, les explicó que quería destacar su producto frente a la incesante competencia.

Una vez que los profesionales conocieron el producto que iba a ser el motivo de la campaña, le aseguraron que había hecho muy bien en confiar en ellos ya que son la mejor agencia de publicidad del mercado y le prometieron que en dos días le iban a hacer llegar una propuesta.

Cumplido ese plazo llegaron los publicitarios con un rollo de cartulina bajo el brazo.

-Señor Heredia, creo que tenemos lo que usted necesita... Estamos convencidos de que con esta campaña sus ventas superarán sus más grandes expectativas, tanto que ni siquiera se lo ha imaginado jamás...

El profesional desenvuelve el rollo y le muestran a don Heredia una imagen que lo deja estupefacto:

En la cartulina se puede ver la imagen de Cristo crucificado y debajo de la cruz, una leyenda que dice: 

"Clavos Heredia*** Más de 2000 años avalan nuestra calidad y seriedad."

El señor Heredia revienta de furia, le baja la presión, reniega contra todos los presentes y comienza a despotricar a los cuatro vientos.

-Pero cómo se les ocurre hacer algo asi??? Están jugando con la religión, el Vaticano y la iglesia católica... nos van a comer crudos... todos van a pedir mi cabeza... Por favor, vayan y hagan un trabajo mejor que esto!!!

Los publicistas piden disculpas, y antes de marcharse prometen volver en dos días más con algo que sí le gustará.

A los dos días, regresan con otro rollo de cartulina bajo el brazo.

-Bueno, Señor Heredia... ahora sí... Estamos seguros que esto es lo que usted estaba necesitando para su empresa.

Esta vez muestran a Jesús, también en la cruz, pero con una sola mano clavada y la otra suelta saludando al público. Debajo de la cruz hay un nuevo cartel que dice: 

"Adivinen en cuál de las manos se usó un clavo Heredia?"

Nuevamente al señor Heredia se le comenzaron a subir los colores de ira.

-Pero no puede ser... no entienden que no podemos sacar una campaña de esta naturaleza??? Ningún católico va a comprar uno sólo de mis clavos!!! Por favor, deben encontrar algo que me ayude a vender mi producto sin causarme problemas!!!

Nuevamente los publicistas se disculpan y le aseguran que dentro de dos días más, sí le presentarán lo que será la gran campaña de Clavos Heredia que dejará envidiosa a la competencia.

Cumpliendo con la promesa, transcurridos esos dos días, se aparecen nuevamente los profesionales, y uno de ellos trayendo un nuevo rollo de cartulina debajo del brazo.

-No tenga duda, señor Heredia, que finalmente hemos encontrado lo que usted estaba solicitando...

El publicista despliega el rollo, y en esta oportunidad, aparece la misma cruz pero vacía. A lo lejos se puede distinguir a Jesús que se aleja corriendo a toda velocidad en forma desesperada, y bajo la cruz se ve a un soldado romano que le dice a su compañero: 

“Te lo advertí!!! Te lo advertí!!! Yo sabía que iba a suceder esto!!! Te dije que debíamos haber usado Clavos Heredia!!!”