domingo, 15 de diciembre de 2013

Odiosas comparaciones: Carrie.

CLÁSICO
EXCELENTE
MUY BUENA
BUENA


REGULAR


MALA



Carrie (1976, Brian De Palma)

Que algo está pasando en Hollywood desde hace tiempo, nadie lo duda...

A la falta de ideas que lleva a que cada vez haya menos películas con argumentos originales, nos responden de manera apabullante con secuelas (continuaciones en serie), reboots (nuevos reinicios de sagas conocidas, comenzando de cero e ignorando los acontecimientos de las versiones anteriores), y remakes (películas ya filmadas, que las vuelven a rodar)


Se podría entender que se vuelva a hacer una nueva versión de un filme que haya sido malo; hasta se entendería que se ruede otra vez un título catalogado como mediocre o regular.
También podríamos comprender que se tomara una cinta que haya sido buena para intentar realizar una película superior aportándole ideas frescas y renovadoras.
Lo que cuesta entender es que se empecinen en realizar remakes de películas que son clásicos del cine.

Este último ejemplo es el caso de Carrie, la novela de Stephen King que Brian De Palma se había encargado de transformar en un clásico instantáneo del horror, allá por el año 1976.

Claro, luego vinieron la lamentable secuela en 1999 dirigida por Katt Shea y una innecesaria versión para televisión en 2002 de David Carson, ambas rápidamente olvidables.

Ahora en 2013, Kimberly Peirce, quien se ganó un merecido respeto en 1999 por la cinta Boys Don't Cry (con una formidable labor de Hilary Swank), se sentó en la silla de la dirección para, menuda tarea, intentar superar un clásico.

The Rage: Carrie 2
(1999, Katt Shea)





PREMISA: Carrie White es una adolescente de 17 años, tímida, marginada y humillada por sus compañeros de estudio, que vive bajo el cuidado de una madre posesiva que ostenta un enfermizo fanatismo religioso.
Carrie descubre su despertar sexual de una manera casual y bajo la burla de todos sus compañeros. Pero además, se percata de que tiene la facultad de mover objetos a distancia. Ese poder de telekinesis será en definitiva lo que causará el terror en su noche de graduación, cuando la broma que han de gastarle en ese evento, resultará ser la verdadera gota que terminará de desbordar el vaso.

En la versión de De Palma, Sissy Spacek (Missing) hace una interpretación creíble del personaje adolescente, a pesar de los 27 años que la actriz tenía cuando representó a la protagonista principal. En 2013, el papel corre a cargo de Chloë Grace Moretz (Kick Ass), una verdadera adolescente con 16 años, que aporta frescura y una interpretación por encima de la media.


Carrie (2002-TV, David Carson)

Ambas actrices captan la verdadera esencia del personaje: insegura y desprotegida al comienzo, y a medida que transcurre la cinta, se transforma en temida e inquietante primero y realmente aterradora, capaz de causar el desastre que se avecina, después.



En la película de 1976, la madre de Carrie fue interpretada por Piper Laurie, una actuación verdaderamente inquietante de principio a fin con un grado de verosimilitud en el papel de fanática religiosa. La excelente Julianne Moore recrea el papel en esta nueva versión, pero con una actuación desigual y despareja, posiblemente atribuible a problemas de guión.



La película de De Palma (1976) comienza fuerte con la escena de la ducha, y no decae por el resto del metraje; tiene su punto más alto en la noche de graduación, siguiendo con el regreso a casa, para culminar con una última escena que difícilmente se pueda olvidar.



La versión de Pierce (2013) comienza bien con la escena de la ducha, adapta algunas escenas a la tecnología actual como la forma de burlarse de la protagonista (teléfonos celulares, redes sociales y el acoso escolar o bullying), luego decae por momentos con altos y bajos de ritmo, para retomar el pulso en la noche de graduación y la vuelta a casa. 
Carrie (2013, Kimberly Peirce)

Hay muchas escenas copiadas (casi se debería decir calcadas) de la cinta de 1976, pero lamentablemente no copiaron lo que debieron: el excelente, impresionante e inolvidable final de la versión de De Palma, sustituyéndolo por uno mucho menos efectivo.



De todos modos, Carrie de 2013 se puede ver como un intento de acercar a las nuevas generaciones a la historia, y que debería servir al menos, para encender la curiosidad de nuevos espectadores por conocer la versión de 1976; caso contrario se estarían perdiendo una de las mejores adaptaciones realizadas de una novela de Stephen King a la pantalla.




Ya no quedan dudas... los productores contemporáneos están decididos a rodar otra vez absolutamente todas y cada una de las películas que ya están realizadas.




Estarán pensando ya en hacer remakes de Harry Potter, saga con la que batieron récords de recaudaciones? 
O será muy pronto... y esperarán un año más?


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