Dime
con quien andas...
Duelo
N°21: Estafadores vs. Mafia.
AMERICAN
HUSTLE.
DIRECTOR:
David o.Russell
(The Fighter,2010- Three Kings, 1999)
PROTAGONISTAS:
Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper.
PREMISA:
Un
estafador (Christian Bale) y a su socia seductora (Amy Adams, son
atrapados por el agente de FBI (Bradley Cooper), quien los obliga a
realizar un trabajo nada menos contra la mafia de Nueva Jersey.
Una
película mágica que atrapa sobre todo por la increíble química
entre todos sus protagonistas (además de Bale, Adams y Cooper, hay
que agregar a la lista a una excelente Jennifer Lawrence y un
desacatado Jeremy Renner) y por una trama que se disfruta con una
sonrisa en los labios. Atención a una jocosa y casi fugaz aparición
especial de Robert De Niro.
Quién
quiere ser blanco?
Duelo
N°22: Esclavos vs. Amos.
12
YEARS A SLAVE.
DIRECTOR:
Steve McQueen (Shame, 2011- Hunger, 2008)
PROTAGONISTAS:
Chiwetel Ejiofor, Michael K.William, Michael Fassbender.
PREMISA:
La
increíble historia verídica de Solomon Northup, un hombre negro que
vive su vida en libertad en la New York del siglo 19 y que de pronto
es secuestrado, vendido como esclavo y obligado a sobrevivir a ese
calvario por 12 largos años.
Una
película difícil de ver y mucho más aún de digerir. Imágenes
desgarradoras del sufrimiento del protagonista y de la pesadilla que
él y sus semejantes tuvieron que soportar por parte de los blancos,
que nos hace pensar y replantear muchas cosas, entre ellas la de si
realmente queremos pertenecer a esta raza de seres humanos a la que
se llaman a sí mismos “civilizados y educados”.
Méritos
múltiples tiene esta cinta. En primer lugar la acertada elección
del director Steve McQueen por parte del productor Brad Pitt. La
visión de un británico a un tema tan sensible para los
norteamericanos, evitó caer en lugares comunes y no pecar de
exageraciones melodramáticas que seguramente este material hubiera
tenido en manos de otro director.
Chiwetel
Ejiofor está en el papel de su vida y es acompañado por un elenco
que además de variado es homogéneo e impresionante en sus
actuaciones. Por la pantalla desfilan los siempre soberbios Michael
Fassbender y Benedict Cumberbatch, además del siempre excelente Paul
Giamatti en un pequeño pero intenso rol, y Brad Pitt que se reservó
un breve pero crucial personaje para una trama que muy difícilmente
uno va a poder olvidar en el futuro.
La
partitura musical de Hanz Zimmer es otra de las culpables para que el
espectador sienta realmente lo que sucede en la pantalla, sin
desmerecer el gasto de producción de época y vestuario. Estamos
ante un nuevo clásico del cine que no se la hará nada fácil a
Gravity para ganar el premio Oscar a mejor película del año 2013 en
la próxima entrega. Un empate y premio compartido sería lo más justo.