jueves, 6 de febrero de 2014

Odiosas comparaciones: El mejor cine de 2013- Actualizado (Parte VI)

Dime con quien andas...
Duelo N°21: Estafadores vs. Mafia.


AMERICAN HUSTLE.



DIRECTOR: David o.Russell (The Fighter,2010- Three Kings, 1999)

PROTAGONISTAS: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper.

PREMISA:
Un estafador (Christian Bale) y a su socia seductora (Amy Adams, son atrapados por el agente de FBI (Bradley Cooper), quien los obliga a realizar un trabajo nada menos contra la mafia de Nueva Jersey.

Una película mágica que atrapa sobre todo por la increíble química entre todos sus protagonistas (además de Bale, Adams y Cooper, hay que agregar a la lista a una excelente Jennifer Lawrence y un desacatado Jeremy Renner) y por una trama que se disfruta con una sonrisa en los labios. Atención a una jocosa y casi fugaz aparición especial de Robert De Niro.




Quién quiere ser blanco?
Duelo N°22: Esclavos vs. Amos.



12 YEARS A SLAVE.


DIRECTOR: Steve McQueen (Shame, 2011- Hunger, 2008)

PROTAGONISTAS: Chiwetel Ejiofor, Michael K.William, Michael Fassbender.

PREMISA:
La increíble historia verídica de Solomon Northup, un hombre negro que vive su vida en libertad en la New York del siglo 19 y que de pronto es secuestrado, vendido como esclavo y obligado a sobrevivir a ese calvario por 12 largos años.


Una película difícil de ver y mucho más aún de digerir. Imágenes desgarradoras del sufrimiento del protagonista y de la pesadilla que él y sus semejantes tuvieron que soportar por parte de los blancos, que nos hace pensar y replantear muchas cosas, entre ellas la de si realmente queremos pertenecer a esta raza de seres humanos a la que se llaman a sí mismos “civilizados y educados”.

Méritos múltiples tiene esta cinta. En primer lugar la acertada elección del director Steve McQueen por parte del productor Brad Pitt. La visión de un británico a un tema tan sensible para los norteamericanos, evitó caer en lugares comunes y no pecar de exageraciones melodramáticas que seguramente este material hubiera tenido en manos de otro director.

Chiwetel Ejiofor está en el papel de su vida y es acompañado por un elenco que además de variado es homogéneo e impresionante en sus actuaciones. Por la pantalla desfilan los siempre soberbios Michael Fassbender y Benedict Cumberbatch, además del siempre excelente Paul Giamatti en un pequeño pero intenso rol, y Brad Pitt que se reservó un breve pero crucial personaje para una trama que muy difícilmente uno va a poder olvidar en el futuro.


La partitura musical de Hanz Zimmer es otra de las culpables para que el espectador sienta realmente lo que sucede en la pantalla, sin desmerecer el gasto de producción de época y vestuario. Estamos ante un nuevo clásico del cine que no se la hará nada fácil a Gravity para ganar el premio Oscar a mejor película del año 2013 en la próxima entrega. Un empate y premio compartido sería lo más justo.

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